viernes, marzo 27, 2009
domingo, marzo 22, 2009
Credenciales
Autumn at Argenteuil, Monet.
77
La vida nos exige credenciales
y aunque no sepamos de qué,
adivinamos que se trata sencillamente de estar vivos.
Nos pide pruebas de desnudarnos a veces,
como el árbol bajo la lluvia,
con la piel como único secreto
y la palabra como única posesión.
Nos reclama el testimonio
de no mirar demasiado hacia atrás
y de saber agacharnos hasta recoger en el cuenco de la mano
nuestra propia sombra.
Nos solicita garantías
de estar también adentro de otras vidas.
Y ya aprobados todos los exámenes,
la vida termina inevitablemente por pedirnos
algo más que la prueba de estar vivos:
nos reclama nuestra capacidad de abandonarla,
como el hijo a la madre
o como el discípulo al maestro.
Roberto Juarroz, Poesía Vertical.
domingo, marzo 15, 2009
Happiness
Acaso la felicidad no sea una zanahoria detrás de la cual debamos correr mientras se aleja una y otra vez. Acaso sea más acertado compararla con la estela que deja en el agua una embarcación cuando navega. Es decir, no está delante de nosotros, esperando a que lleguemos a ella, sino que aparece como una consecuencia de nuestras decisiones, nuestras elecciones, nuestro propósito. El agua es la vida, la embarcación es nuestra vida, la estela es la felicidad. No hay huella si no hay navegación, y ninguna embarcación navega por una estela prefijada. La produce al pasar. Si hubiera alguna fórmula para la felicidad, seguramente no estará en las estadísticas ni en las encuestas. Nadie puede prometerla. Quizá ni siquiera pueda afirmarse que la felicidad sea un derecho o un deber. Es siempre una consecuencia. La consecuencia de una manera de vivir. Si nos hacemos responsables de nuestra vida, no deberemos esperar que otros nos hagan felices, y tampoco otros resultarán culpables de que no lo seamos. Quizás esto es lo que saben los habitantes del remoto reino de Bután.
Qué nos hace felices, Sergio Sinay.
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1100695
domingo, marzo 08, 2009
Poema Japonés
Yoru bakari
Miru mono nari to
Omou-nayo!
Hiru saë yumé no
Ukiyo nari-kéri
No creas que los sueños se aparecen al soñador sólo de noche
El sueño de este mundo de dolor se nos aparece incluso de día.
Fuente:En el Japón Espectral, Lafcadio Hearn, Alianza Editorial.
Imagen: Detalle de serpientes de agua, Gustav Klimt.
domingo, marzo 01, 2009
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