jueves, septiembre 20, 2007
martes, septiembre 18, 2007
Love you, hate you

no ha estado vivo nunca.
Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere
un olvido, una ausencia, a veces menos.
Matamos lo que amamos. ¡Que cese ya esta asfixia
de respirar con un pulmón ajeno!
El aire no es bastante
para los dos. Y no basta la tierra
para los cuerpos juntos
y la ración de la esperanza es poca
y el dolor no se puede compartir.
El hombre es animal de soledades,
ciervo con una flecha en el ijar
que huye y se desangra.
Ah, pero el odio, su fijeza insomne
de pupilas de vidrio; su actitud
que es a la vez reposo y amenaza.
El ciervo va a beber y en el agua aparece
el reflejo de un tigre.
El ciervo bebe el agua y la imagen. Se vuelve
—antes que lo devoren— (cómplice, fascinado)
igual a su enemigo.
Damos la vida sólo a lo que odiamos.
martes, septiembre 11, 2007
jueves, septiembre 06, 2007
Siesta
A las tres nos separamos de ella para acompañar a Neruda a su siesta sagrada. La hizo en nuestra casa, después de unos preparativos solemnes que de algún modo recordaban la ceremonia del té en el Japón. Había que abrir unas ventanas y cerrar otras para que hubiera el grado de calor exacto y una cierta clase de luz en cierta dirección, y un silencio absoluto. Neruda se durmió al instante, y despertó diez minutos después, como los niños, cuando menos pensábamos. Apareció en la sala restaurado y con el monograma de la almohada impreso en la mejilla.
—Soñé con esa mujer que sueña —dijo. Matilde quiso que le contara el sueño.
—Soñé que ella estaba soñando conmigo —dijo él.
—Eso es de Borges —le dije. Él me miró desencantado. —¿Ya está escrito?
—Si no está escrito se va a escribir alguna vez —le dije . Será uno de sus laberintos.
Tan pronto como subió a bordo, a las seis de la tarde, Neruda se despidió de nosotros, se sentó en una mesa apartada, y empezó a escribir versos fluidos con la pluma de tinta verde con que dibujaba flores y peces y pájaros en las dedicatorias de sus libros. A la primera advertencia del buque buscamos a Frau Frida, y al fin la encontramos en la cubierta de turistas cuando ya nos íbamos sin despedirnos. También ella acababa de despertar de la siesta.
—Soñé con el poeta —nos dijo.
Asombrado, le pedí que me contara el sueño.
—Soñé que él estaba soñando conmigo —dijo, y mi cara de asombro la confundió— ¿Qué quieres? A veces, entre tantos sueños, se nos cuela uno que no tiene nada que ver con la vida real.
(Me alquilo para soñar, Gabriel García Márquez)
lunes, septiembre 03, 2007
Devils
The Tempest, 1.2
(El infierno está vacío y todos los demonios están aquí)
viernes, agosto 31, 2007
Sueño
Al separarse uno del otro, Víctor y Augusto, iba diciéndose éste:"Y esta mi vida, ¿es novela, es nívola o qué es? Todo esto que me pasa y que les pasa a los que me rodean, ¿es realidad o es ficción? ¿No es acaso todo esto un sueño de Dios o de quien sea, que se desvanecerá en cuanto El despierte, y por eso le rezamos y elevamos a El cánticos e himnos, para adormecerle, para acunar su sueño? ¿No es acaso la liturgia de todas las religiones un modo de brezar el sueño de Dios y que no despierte y deje de soñarnos?
Niebla (Miguel de Unamuno)
lunes, agosto 20, 2007
sábado, agosto 11, 2007
Beatles forever
Your day breaks, your mind aches
You find that all the words of kindness linger on
When she no longer needs you
She wakes up, she makes up
She takes her time and doesn't feel she has to hurry
She no longer needs you
And in her eyes you see nothing
No sign of love behind the tears
cried for no one
A love that should have lasted years
You want her, you need her
And yet you don't believe her
When she said her love is dead,
you think she needs you
And in her eyes you see nothing
No sign of love behind the tears
cried for no one
A love that should have lasted years
You stay home, she goes out
She says that long ago she knew someone
But now he's gone she doesn't need him
Your day breaks, your mind aches
There will be time when all the things she said
will fil your head
You won't forget her
And in her eyes you see nothing
No sign of love behind the tears
cried for no one
A love that should have lasted years
For No One (The Beatles)
(Gracias Marxe por la ayuda técnica)
miércoles, agosto 01, 2007
Como en el cine
Maurice: To life.
Arthur: And its many deaths.
viernes, julio 27, 2007
lunes, julio 23, 2007
Animal racional

viernes, julio 13, 2007
Cheshire Cat

Minino de Cheshire, ¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?
-Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar -dijo el Gato.
-No me importa mucho el sitio... -dijo Alicia.
-Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes -dijo el Gato.
-... siempre que llegue a alguna parte -añadió Alicia como explicación.
-¡Oh, siempre llegarás a alguna parte -aseguró el Gato-, si caminas lo suficiente!
A Alicia le pareció que esto no tenía vuelta de hoja, y decidió hacer otra pregunta:
¿Qué clase de gente vive por aquí?
-En esta dirección -dijo el Gato, haciendo un gesto con la pata derecha- vive un Sombrerero. Y en esta dirección -e hizo un gesto con la otra pata- vive una Liebre de Marzo. Visita al que quieras: los dos están locos.
-Pero es que a mí no me gusta tratar a gente loca -protestó Alicia.
-Oh, eso no lo puedes evitar -repuso el Gato-. Aquí todos estamos locos. Yo estoy loco. Tú estás loca.
-¿Cómo sabes que yo estoy loca? -preguntó Alicia.
-Tienes que estarlo afirmó el Gato-, o no habrías venido aquí.
Alicia pensó que esto no demostraba nada. Sin embargo, continuó con sus preguntas:
-¿Y cómo sabes que tú estás loco?
-Para empezar -repuso el Gato-, los perros no están locos. ¿De acuerdo?
-Supongo que sí -concedió Alicia.
-Muy bien. Pues en tal caso -siguió su razonamiento el Gato-, ya sabes que los perros gruñen cuando están enfadados, y mueven la cola cuando están contentos. Pues bien, yo gruño cuando estoy contento, y muevo la cola cuando estoy enfadado. Por lo tanto, estoy loco.
-A eso yo le llamo ronronear, no gruñir -dijo Alicia.
-Llámalo como quieras -dijo el Gato-. ¿Vas a jugar hoy al croquet con la Reina?
-Me gustaría mucho -dijo Alicia-, pero por ahora no me han invitado.
-Allí nos volveremos a ver -aseguró el Gato, y se desvaneció.
(Alicia en el país de las Maravillas, Lewis Carroll)
lunes, julio 09, 2007
miércoles, julio 04, 2007
Adán Buenosayres
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No era, ciertamente, la ya fría carnadura mortal de aquel pisador de barro lo que solicitaba el interés de los intrusos: lo esencial, a sus ojos, era el alma imperecedera de Juan Robles, el alma desprendida recién de su cascarón terrestre y lanzada ya quien sabe a que regiones oscuras. ¿A qué regiones? Para el astrólogo Shultze, iniciado en los misterios orientales, la cuestión solo tenia una respuesta, y así se lo manifestó a su amigo Tesler, con la voz grave que tan luctuosa ocasión reclamaba: si todo el que nacía en este mundo acababa de morir en algún otro, si todo el que moría en este suelo acababa de nacer en otro plano de la existencia universal, era evidente que Juan Robles, muerto ahora para la tierra, daba en aquel instante sus primeros vagidos en otro mundo, se prendía otra vez ansiosamente a un pezón maternal, era envuelto en solícitos pañales y suscitaba ya otros júbilos y otras inquietudes . ¿Bajo que forma? ¿En qué nuevas condiciones de vida? ¡He ahí el gran interrogante! Pero Samuel Tesler, hecho a una filosofía mas coloreada, repudio aquel abstracto mecanismo de nacimientos y de muertes; por otra parte, imaginar que el difunto Juan Robles estuviese ahora berreando en otro mundo, envuelto en pañales infantiles y haciéndose pis encima, era un orientalismo que reclamaba tragaderas mayores que las suyas. ¡Que le diesen a el un vistoso tribunal de almas, integrado por jueces macanudos, capaces de hurgar en una conciencia post mortem con minuciosidad y aseo! Para el filósofo villacrespense, el alma de Juan Robles había sido conducida por Anubis, el de cabeza de chacal, hasta la ineluctable balanza de los meritos y los deméritos: el corazón del finado se veía ya en uno de los platillos, y gravitaba en el otro la férrea pluma de la Ley ¿Qué hacia Thot de pie junto a una balanza? Inclinando su graciosa cabeza de ibis, Thot anotaba en una tablilla el peso justo de aquel corazón.
(Adán Buenosayres, Leopoldo Marechal)
miércoles, junio 27, 2007
Soledad

Pues sí, quien debe cumplir una misión siempre está solo. Pero no estoy seguro de que esa soledad sea motivo de sufrimiento. Yo siempre he sufrido más por el contacto con las personas, por la vida social que por la verdadera soledad. Hasta cierto momento en nuestra vida, la soledad nos parece un castigo, nos sentimos como el niño al que dejan solo en un cuarto oscuro mientras los adultos conversan y se divierten en la habitación de al lado. Pero un día nosotros también nos hacemos adultos y descubrimos que, en la vida, la soledad, la verdadera, la elegida conscientemente, no es un castigo, ni siquiera es una forma enfermiza y resentida de aislamiento, sino el único estado digno del ser humano. Y entonces ya no es tan difícil soportarla. Es como vivir en un gran espacio donde siempre respiras un aire limpio.
La mujer justa, Sándor Márai.
domingo, junio 10, 2007
domingo, junio 03, 2007
Presentimiento
Nariz del corazón,
que explora en la tiniebla
y el campo funeral
Anteayer
Nada turba los siglos
El pasado se pone
por eso,
(El presentimiento, FGL)
viernes, mayo 25, 2007
Los ojos del mar
martes, mayo 15, 2007
sábado, mayo 12, 2007
Ego
pregunta siempre inconclusa
lágrima, puño cerrado latiendo en el pecho
risa, instante breve que invade la pena
duda que se agita en el alma
soy
música que escucho y toco
esta voz
mis ojos siempre a mi acecho
un silencio que crece
porque no tiene como callar.

No soy yo
Aquellas palabras
Que repiten lindo y dicen feliz
La imagen húmeda y encorvada
Angustia perenne
Existo en estas cosas
Sobreviviéndome a mi misma
Siempre más lejos del origen
Cercana cada vez al telón
Que devele el final de esta comedia
Que alguien teje con mi pena.