sábado, julio 26, 2008

viernes, julio 04, 2008

Buenos Aires


Y la ciudad ahora es como un plano
De mis humillaciones y fracasos;
Desde esta puerta he visto los ocasos
Y ante este mármol he aguardado en vano.

Aquí el incierto ayer y el hoy distinto
Me han deparado los comunes casos
De toda suerte humana, aquí mis pasos
Urden su incalculable laberinto.

Aquí la tarde cenicienta espera
El fruto que le debe la mañana;
Aquí mi sombra en la no menos vana
Sombra final se perderá, ligera.
No nos une el amor sino el espanto;
Será por eso que la quiero tanto.
J.L.B

domingo, junio 22, 2008

En mi Corazón

I carry your heart with me. I carry it in
my heart. I am never without it. Anywhere
I go you go, my dear; and whatever is done
by only me is your doing, my darling.
I fear no fate, for you are my fate, my sweet. I want
no world, for beautiful, you are my world, my true.
And it's you are whatever a moon has always meant
and whatever a sun will always sing is you.

Here is the deepest secret nobody knows.
Here is the root of the root and the bud of the bud
and the sky of the sky of a tree called life; which grows
higher than the soul can hope or mind can hide.
And this is the wonder that's keeping the stars apart

I carry your heart. I carry it in my heart.

(E.E.Cummings)

lunes, junio 02, 2008

Pasado


"Que yo ya he sido antes un joven y una joven, un matorral y un pájaro y un mudo pez del mar."

de Empédocles, fragmentos.

domingo, mayo 25, 2008

Luna II


La arena firme de la orilla me humedecía los pies descalzos. Distraído como estaba, tardé unos momentos en darme cuenta de que desde hacía unos momentos se había puesto a brillar. Era un brillo blanco, fosforecente y , alzando la vista, comprobé que también el río se había llenado de reflejos de un tinte idéntico. Alcé más alto la cabeza y, dándome vuelta, dirigí la vista hacia el cielo: era la luna. Nunca la había visto tan grande, tan redonda, tan brillante. Brillaba tanto que del cielo se habían borrado todas las estrellas. Subía lenta, irrefutable y única, tibia y familiar y su intensidad explicaba que, en un determinado momento, la progresión de la oscuridad se hubiera detenido. Ahora, todo lo visible estaba decorado de manchas lunares que pasaban entre la fronda de los árboles y se estampaban, de un blanco absoluto, en el suelo, en las paredes y en los techos de las viviendas, en los cuerpos desnudos que se movían entre los árboles y que parecían emitir un fuego fijo y frío. Tenía la proximidad amistosa de esas cosas que nos son incomprensibles pero que ya no nos espantan porque hemos aceptado, quién sabe por qué causa, su misterio. Ninguna razón justificaba su presencia y, sin embargo, de tanto verla, constante y regular, con sus fases periódicas, menos distante y más dulce que el sol cegador, sus idas y venidas, tan exactas que las podíamos prever y que incluso nos servían para ordenar, de muchas maneras, nuestras vidas, en lugar de inquietarnos, como hubiese debido ser, nos tranquilizaba. Todos los días, el sol desdeñoso pasaba para mostrarnos, con su luz cruda, la persistencia injustificada del lugar que éramos también nosotros, en tanto que la luna gentil, gracias a su proximidad, formaba parte, también ella, de ese lugar, era una especie de puente entre lo remoto y familiar. Gracias a ella el todo, que derivaba, inacabado, en lo oscuro, parecía saber algo de nosotros y prometernos una aniquiliación menos ciega. Aunque no fuese capaz de preservarnos ni de interceder, la luna tibia con su compañía insistente podía darnos la ilusión de que lo inacabado nos medía, desde el exterior, con un rasero no muy diferente del que no aplicábamos nosotros mismos.
foto: Horacito
texto: El entenado, Juan José Saer

jueves, mayo 15, 2008

Morir, tal vez soñar


Soñé que asistía a mi propio entierro, a pie, caminando entre un grupo de amigos vestidos de luto solemne, pero con un ánimo de fiesta. Todos parecíamos dichosos de estar juntos. Y yo más que nadie, por aquella grata oportunidad que me daba la muerte para estar con mis amigos de América Latina, los más antiguos, los más queridos, los que no veía desde hacía más tiempo. Al final de la ceremonia, cuando empezaron a irse, yo intenté acompañarlos. pero uno de ellos me hizo ver con una severidad terminante que para mí se había acabado la fiesta. "Eres el único que no puede irse", me dijo. Sólo entonces comprendí que morir es no estar nunca más con los amigos.

Doce Cuentos Peregrinos, Gabriel García Márquez.

martes, mayo 06, 2008

Grandes historias


Uno se construye grandes historias, ésa es la verdad, y puede seguir creyéndoselas durante años, no importa lo absurdas que sean, ni lo inverosímiles, te las llevas contigo y basta. Se es hasta feliz con cosas así. Feliz. Y podría no acabar nunca. Luego, un día, sucede que se rompe algo en el corazón del gran artefacto fantástico, zas, sin razón alguna se rompe de repente y tú te quedas ahí, sin comprender cómo es que toda aquella fabulosa historia ya no la llevas encima, sino delante, como si fuera la locura de otro y ese otro fueras tú. Zas. A veces, basta con nada. Incluso una sola pregunta que aflore. Basta con eso.
Océano Mar, Alessandro Baricco.
imagen: Googleada de este sitio www.cesarmartignon.com

sábado, abril 26, 2008

Imagine Peace

Imagine Peace Tower, October 2007, Reykjavik.

Imagine there's no countries

It isn't hard to do

Nothing to kill or die for

And no religion too

Imagine all the people

Living life in peace

(John Lennon 1940-1980)

viernes, abril 18, 2008

En el silencio se hizo paso la música
y busqué la voz que me eludía
La supe obsesiva, reiterativa en sus palabras
La vi frenética susurrar un secreto
La sentí eufórica anticiparse con gozo a lo gozoso
Agónica y desesperada, me arrancó las pupilas

En el ruido, lo ajeno me arrebató la voz.
Era el sonido de la infancia que suma y rima
La voz que bendice y condena,
La del adolescente que, inmortal, se adueña del mundo
El grito del adulto que no encuentra lo que ya tiene
Las voces múltiples y plurales de ese coro de silencios.


Abril de 2008.

jueves, abril 10, 2008

Nacimiento


Toda vida es un pozo de soledad que va ahondándose con los años. Y yo, que vengo más que otros de la nada, a causa de mi orfandad, ya estaba advertido desde el principio contra esa apariencia de compañía que es una familia. Pero esa noche, mi soledad, ya grande, se volvió de golpe desmesurada, como si en ese pozo que se ahonda poco a poco, el fondo, brusco, hubiese cedido, dejándome caern en la negrura. Me acosté, desconsolado, en el suelo, y me puse a llorar. Ahora que estoy escribiendo, que el rasguido de mi pluma y los crujidos de mi silla son los únicos ruidos que suenan, nítidos, en la noche, que mi respiración inaudible y tranquila sostiene mi vida, que puedo ver mi mano, la mano ajada de un viejo, deslizándose de izquierda a derecha y dejando un reguero negro a la luz de la lámpara, me doy cuenta de que, recuerdo de un acontecimiento verdadero o imagen instantánea, sin pasado ni porvenir, forjada frescamente por un delirio apacible, esa criatura que llora en un mundo desconocido asiste, sin saberlo, a su propio nacimiento. No sé sabe nunca cuando se nace: el parto es una simple convención. Muchos mueren sin haber nacido; otros nacen apenas, otros mal, como abortados. Algunos, por nacimientos sucesivos, van pasando de vida en vida, y si la muerte no viniese a interrumpirlos, serían capaces de agotar el ramillete de mundos posibles a fuerza de nacer una y otra vez, como si poseyesen una reserva inagotable de inocencia y de abandono. Entenado y todo, yo nacía sin saberlo y como el niño que sale, ensangrentado y atónito, de esa noche oscura que es el vientre de su madre, no podía hacer otra cosa que echarme a llorar.

El entenado, Juan José Saer.
Foto: Árbol en la Patagonia.

miércoles, abril 02, 2008

Diálogo

Nuestra vida, como estos diálogos, y como todas las cosas, ha sido prefijada. También los temas a los que nos hemos acercado.
Con el correr de la conversación he advertido que el diálogo es un género literario, una forma indirecta de escribir.
El deber de todas las cosas es ser una felicidad; si no son una felicidad son inútiles o perjudiciales. A esta altura de mi vida siento estos diálogos como una felicidad.
Las polémicas son inútiles, estar de antemano de un lado o del otro es un error, sobre todo si se oye la conversación como una polémica, si se la ve como un juego en el cual alguien gana y alguien pierde. El diálogo tiene que ser una investigación y poco importa que la verdad salga de boca de uno o de boca de otro. Yo he tratado de pensar, al conversar, que es indiferente que yo tenga razón o que tenga razón usted; lo importante es llegar a una conclusión, y de qué lado de la mesa llega eso, o de qué boca, o de qué rostro, o desde qué nombre, es lo de menos.
Jorge Luis Borges, Borges en diálogo.

viernes, marzo 28, 2008

Como en el cine (IV)

Perdidos en Tokio (2003)
Charlotte: I just don't know what I'm supposed to be.
Bob: You'll figure that out. The more you know who you are, and what you want, the less you let things upset you.
(Charlotte: Realmente no sé que es lo que se supone que deba ser.
Bob:Ya lo vas a averiguar. Cuanto más sepas quien sos y lo que deseás menos dejarás que las cosas te alteren.)

domingo, marzo 16, 2008

Combo John Ford

The Quiet Man, 1952
Ma Joad: How am I gonna know about ya, Tommy? Why they could kill ya and I'd never know. They could hurt ya. How am I gonna know?
Tom Joad: Well, maybe it's like Casy says. A fellow ain't got a soul of his own, just little piece of a big soul, the one big soul that belongs to everybody, then...
Ma Joad: Then what, Tom?
Tom Joad: Then it don't matter. I'll be all around in the dark - I'll be everywhere. Wherever you can look - wherever there's a fight, so hungry people can eat, I'll be there. Wherever there's a cop beatin' up a guy, I'll be there. I'll be in the way guys yell when they're mad. I'll be in the way kids laugh when they're hungry and they know supper's ready, and when the people are eatin' the stuff they raise and livin' in the houses they build - I'll be there, too.
Ma Joad: I don't understand it, Tom.
Tom Joad: Me, neither, Ma, but - just somethin' I been thinkin' about.

(Ma Joad: Como voy a saber de vos Tommy? Podrían matarte y yo nunca lo sabría. Podrían lastimarte. Como voy a saber?
Tom Joad: Bueno por ahí es como Casey dice. Un hombre no tiene un alma que le pertenezca, solo una pequeña porción de un alma grande, la única gran alma que pertenece a todos, entonces...
Ma Joad: Entonces qué Tom?
Tom Joad: Entonces no importa. Estaré por ahí en la oscuridad -estaré en todas partes- Dondequiera que mires -donde haya una lucha para que la gente hambrienta pueda comer, allí estaré. Donde haya un policía golpeando a un tipo, allí estaré. Estaré en el modo en que los hombres gritan cuando se enojan. Estaré en el modo en que rien los niños cuando están hambrientos y saben que la cena está lista, y cuando la gente esté comiendo lo que plantaron y cosecharon y viviendo en las casas que construyeron -ahí estaré también-.
Ma Joad: No lo entiendo Tom.
Tom Joad: Yo tampoco Ma, es solo algo que estuve pensando.
De Viñas de Ira, Grapes of Wrath.)

Grapes of Wrath, 1940

domingo, marzo 02, 2008

Despedidas

En verdad,he recorrido mi camino a través de cien almas,a través de cien cunas, a través de cien dolores de parto.Ya me he despedido muchas veces y conozco esas horas, desgarradoras, de las despedidas.

(fotografía: de internet, lugar geográfico:Dublín,Irlanda.

texto: Así habló Zaratustra, Federico Nietzche.)

sábado, febrero 23, 2008

Está todo dicho?


I
Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre.
II
No escribas nunca para tus contemporáneos, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual sin duda serás famoso, pues es bien sabido que la posteridad siempre hace justicia.
III
En ninguna circunstancia olvides el célebre díctum: "En literatura no hay nada escrito".
IV
Lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras; lo que con una, con una. No emplees nunca el término medio; así, jamás escribas nada con cincuenta palabras.
V
Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha ejercítate de día y de noche.
VI
Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión, o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos escritores; evita pues, dormir como Homero, la vida tranquila de un Byron, o ganar tanto como Bloy.
VII
No persigas el éxito. El éxito acabó con Cervantes, tan buen novelista hasta el Quijote. Aunque el éxito es siempre inevitable, procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos se entristezcan.
VIII
Fórmate un público inteligente, que se consigue más entre los ricos y los poderosos. De esta manera no te faltarán ni la comprensión ni el estímulo, que emana de estas dos únicas fuentes.
IX
Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor.
X
Trata de decir las cosas de manera que el lector sienta siempre que en el fondo es tanto o más inteligente que tú. De vez en cuando procura que efectivamente lo sea; pero para lograr eso tendrás que ser más inteligente que él.
XI
No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio.
XII
Otra vez el lector. Entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor apetecerá tus creaciones; si escribes cosas para el montón nunca serás popular y nadie tratará de tocarte el saco en la calle, ni te señalará con el dedo en el supermercado.
El autor da la opción al escritor de descartar dos de estos enunciados, y quedarse con los restantes diez
(Foto: Googleada en internet. Las referencias indican que el lugar geográfico es Valencia.
Texto: De Augusto Monterroso. Facilitado por Paula coordinadora del taller al que asisto. )

miércoles, febrero 13, 2008

Carpe diem


Carminum I, 11 («Carpe diem»)

No pretendas saber, pues no está permitido,
el fin que a mí y a ti, Leucónoe,
nos tienen asignados los dioses,
ni consultes los números Babilónicos.
Mejor será aceptar lo que venga,
ya sean muchos los inviernos que Júpiter
te conceda, o sea éste el último,
el que ahora hace que el mar Tirreno
rompa contra los opuestos cantiles.
No seas loca, filtra tus vinos
y adapta al breve espacio de tu vida
una esperanza larga.
Mientras hablamos, huye el tiempo envidioso.
Vive el día de hoy. Captúralo.
No fíes del incierto mañana.
(Horacio )

jueves, febrero 07, 2008

A thousand indecisions

(...)And indeed there will be time
To wonder, “Do I dare?” and, “Do I dare?”
Time to turn back and descend the stair,
With a bald spot in the middle of my hair—
[They will say: “How his hair is growing thin!”]
My morning coat, my collar mounting firmly to the chin,
My necktie rich and modest, but asserted by a simple pin—
[They will say: “But how his arms and legs are thin!”]
Do I dare
Disturb the universe?
In a minute there is time
For decisions and revisions which a minute will reverse.

For I have known them all already, known them all:—
Have known the evenings, mornings, afternoons,
I have measured out my life with coffee spoons;
I know the voices dying with a dying fall
Beneath the music from a farther room.
So how should I presume?

And I have known the eyes already, known them all—
The eyes that fix you in a formulated phrase,
And when I am formulated, sprawling on a pin,
When I am pinned and wriggling on the wall,
Then how should I begin
To spit out all the butt-ends of my days and ways?
And how should I presume? (...)

from The love song of J.Alfred Prufrock, T.S. Elliot.

Translation to Spanish in process.

martes, enero 29, 2008

Ser felina

Otra vez June (foto de Horacito)

Si la miro me mira y sostiene la mirada hasta que un secreto impulso la lleva fijar la vista en otro lado, lejos de mis pupilas. Es curiosa e indaga hasta el hartazgo ayudada por la nariz, su puerta de conexión con el mundo exterior. Es aseada y metódica en su aseo. Acaso el primer gesto que recibió de su madre fue el contacto de la áspera lengua sobre su piel. El baño iniciático que la trajo a este mundo. Ella me traslada ese gesto cada vez que puede haciéndome un honor que no sé si merezco. Cuando su postura es la del mimo, se entrega indefensa panza arriba disfrutando cada caricia con deleite felino. El abandono y la donación parecen completos. Sus ronroneos suelen comenzar o terminar en maullidos que nunca sé si son de reclamo o de simple afán comunicativo quien sabe de que misterioso sentimiento animal. Una vez me sorprendió con un rasguño inesperado que brotó del más impensable de sus gestos. Sé que el alimento es lo que la vincula a mi, que ese vínculo primario quizás sea lo mejor que podamos tener. Sin embargo cuando la veo buscar mi compañía con sigilo silencioso, me pregunto que otra cosa habrá detrás de su callado compromiso. Nunca la llamo por el nombre que le puse pero sabe que mi voz la refiere por la inflexión exagerada de cariño humano que adopta al dirigirse a ella. Le gusta jugar a que es tigre, se desliza orgullosa con su presa, una bolsa, un papel abollado, una galleta. Lo muestra y lo lleva de aquí para allá para despedazarlo a su gusto. En esa selva imaginaria suele ocultarse detrás de alguna puerta para saltar sobre mi desde la oscuridad y correr como llevada por un rayo adelante mío adelantándose a mis pasos. Sabe esconder sus uñas cuando me toma de un dedo o de la mano para morderme suavemente. Ha desaparecido ahora. Yo también desaparezco cuando la evoco y detrás de las palabras que la describen me figuro dejar de existir para vivir por cada uno de sus poros de gata mimada y querendona.