domingo, septiembre 21, 2008
domingo, septiembre 14, 2008
Adán Buenosayres V
-Más tarde comprobé, no sin admiración, que Haydeé se mostraba siempre bajo aspectos decididamente macanudos, como si adquiriera la plenitud de su gracia cuando se ponía delante de mis ojos.
-¡Tenía que suceder!- murmuró Adán con fatalismo.
-Hasta que un día- concluyó Samuel- descubro en mí un fenómeno lleno de sugestiones. Cada vez que la criatura se me ofrecía bajo un aspecto jovial, yo entraba en un estado de melancolía tremenda; y por el contrario, si la veía triste, me asaltaba un regocijo tan idiota como inexplicable.
-¿Y no te diste cuenta?- le preguntó Adán.
Samuel Tesler sonrió con lástima.
-¡Es claro!- le dijo-, soy de los que se chupan el dedo! No bien hube alcanzado la magnitud del fenómeno hice un balance de mi corazón: abrí libros, consulté autores, llegué a la raíz del problema. Y al fin una luz meridiana se hizo en mi cerebro: ¡yo estaba enamorado hasta la verija!
-¡Ya era hora!- rió Adán- ¿Y qué partido tomaste?
El filósofo le dirigió una mirada llena de inteligencia.
-Comprenderás- le dijo- que habiéndose alterado la primera fase de la metodología era justo que se cumpliera la segunda, vale decir, la posesión de la forma bella.
-¡Cínico!
-Todo me convidaba entonces a ese grato ejercicio de Filografía práctica: el ángel de cemento, mi posición de Fausto aburrido, las noches aromáticas de Saavedra…
-¿Y no te le has declarado?
-Todavía no- respondió el filósofo-. La declaración es imposible. Hay días en que llego a su casa hecho un Trovattore, con la boca llena de frase que harían enternecer a una estatua: la declaración es inminente, lo adivino, y mi rostro adquiere ya delicados matices de Tristán e Isolda. Entonces, ¿qué sucede? Pues nada, que justamente ese día la criatura está de buen humor y lejos del trance idílico que yo necesitaba. Y sí, por el contrario, llego a la casa en un tren de vulgaridad irremediable, la pobre mujer sufre un ataque de romanticismo que voltea.
(Adán Buenosayres, Leopoldo Marechal)
domingo, septiembre 07, 2008
Como en el cine V
Ryan Gosling en Lars y la chica real
Dagmar: So, tell me about Karin. I don't know her very well.
Lars Lindstrom: Oh, she's wonderful. Gus and I are very lucky with women - she's wonderful. But she...
Dagmar: That's okay, let's find you something to read
Lars Lindstrom: No, it's just… between us?
Dagmar: Of course.
Lars Lindstrom: I'm worried about her. I think she has a little problem.
Dagmar: Oh, well, maybe you shouldn't tell me.
Lars Lindstrom: No, that's okay. It's just, and I think it's because she's insecure, it's just, she's just always trying to hug everybody. You know, some people don't like that. Some people don't like to be hugged. But she doesn't realize that. She takes it personally, and, it hurts her feelings. I don't know what to do about that. Do you?
Dagmar: It's such a comfort sometimes, just to have somebody's arms around you. Don't you think?
Lars Lindstrom: No.
Dagmar: It feels good.
Lars Lindstrom: It does not feel good. It, it hurts.
Dagmar: Oh, like a cut, or bruise?
Lars Lindstrom: Like a burn. Like when you go outside and your feet freeze and you come back in and then they thaw out? It's like that. It's almost exactly like that.
Dagmar: Same with everyone?
Lars Lindstrom: Uh, not really with Bianca. But everyone else.
(Dagmar: Entonces, contame sobre Karin. No la conozco bien
Lars Lindstrom: Oh, es maravillosa. Gus y yo tenemos suerte con las mujeres – Es maravillosa. Pero…
Dagmar: Eso está bien. Encontremos algo para que leas.
Lars Lindstrom. No, es solo…queda entre nosotros?
Dagmar: Por supuesto.
Lars Lindstrom: Estoy preocupado por ella. Creo que tiene un problemita.
Dagmar: Oh, está bien, tal vez no deberías contarme.
Lars Lindstrom: No, está bien. Es sólo, y pienso que es porque es insegura, es sólo, ella está siempre tratando de abrazar a todos. Sabes, hay personas que no les gusta eso. A algunas personas no les gusta ser abrazadas. Pero ella no se da cuenta de eso. Lo toma personal, y lastima sus sentimientos. No sé que hacer respecto a eso. Vos?
Dagmar: Es tan reconfortante a veces el solo hecho de que alguien te rodee con sus brazos. Qué pensás?
Lars Lindstrom: No.
Dagmar: Se siente bien.
Lars Lindstrom: No se siente bien. Duele.
Dagmar: Oh, como un corte o un moretón?
Lars Lindstrom: Como una quemadura. Como cuando salís y se te congelan los pies y entrás y entonces se descongelan? Es así. Es casi igual.
Dagmar: Con todos lo mismo?
Lars Lindstrom: Uh, no con Bianca realmente. Pero con todos los demás sí.)
sábado, agosto 23, 2008
Filosofía
Todo esto me angustia, pero no debo estar triste, no debo, que la tristeza no vaya unida a mi nombre, esa frase de Fucik es mi consigna, ni cuando lo torturaron, ni en la horca, Fucik nunca estuvo triste, y no me importa que la alegría haya pasado de moda, a lo mejor soy una idiota, pero los otros también son unos idiotas, con esa moda suya del escepticismo, no tengo ningún motivo para cambiar mi idiotez por la de ellos, no quiero que mi vida se parta por la mitad, quiero que sea una sola vida, una sola desde el principio hasta el final, y por eso me gusta tanto Ludvik, porque cuando estoy con él no tengo que cambiar mis ideales ni mis gustos, es una persona corriente,sencilla, alegre, clara, y eso es lo que yo amo, lo que siempre he amado.
Milan Kundera, La Broma.
sábado, agosto 09, 2008
Adán Buenosayres IV
Y habría en la estancia un fuerte olor de coronas fúnebres, de cera que arde y pabilos carbonizados; y él ¡pobre criatura!, daba el último adiós a su madre, por última vez la miraría dentro del ataúd, antes de que vinieran los soldadores de ataúdes, ¡ay!, los hombres que sueldan cajas de plomo con soldadores de acero. Y a su alrededor envueltas en claras ropas, se moverían las grandes mujeres de la vecindad; y viejas de negros chalones le acariciaban el rostro con sus manos que olían a trapos antiguos, a ratón o a venerables papeles amarillentos. En el patio habría hombres de pie que dicen cosas de la muerte, y en el salón hombres sentados que dicen cosas de la vida, mientras el mate corre de mano en mano y suena la bombilla, ¡ay!, sonaba la bombilla de los tiempos alegres. Y estarían sus compañeros del tercer grado mirándole con estupor y curiosos de saber cómo era un chico a quien se le ha muerto la madre; y con ellos habría venido María Esther Silvetti, su compañera de banco, y tal vez lo besaría en la frente puesto que ya eran novios y se mandaban cartitas. Pero él, ¡cuán alejado estaba de todo eso! Adán sólo miraría el rostro de su madre cubierto de un sudor frío que se enjuga con suaves pañuelos; las manos de su madre, las manos de acariciar, zurcir, peinar y hacer la corbata, las pobres y tristes manos infatigables. Y su llanto arreciaría sobre todo por esas manos, y Adán era el centro de todas las gratas voces compasivas…De pronto, volviendo a la realidad, oía desde su cama la lenta y armoniosa respiración de su madre; y comprendía entonces que su drama no era real sino imaginado. Pero sus lágrimas corrían verdaderamente, y cien voces duras lo acusaban en la tiniebla: “Monstruo!”, “!Ahí está ese chiquilín que se goza en imaginar la muerte de su madre!", “!Imagina la muerte de su madre para que todos lo compadezcan y admiren!”
Adán Buenosayres (Leopoldo Marechal)
sábado, julio 26, 2008
lunes, julio 14, 2008
viernes, julio 04, 2008
Buenos Aires
Y la ciudad ahora es como un plano
De mis humillaciones y fracasos;
Desde esta puerta he visto los ocasos
Y ante este mármol he aguardado en vano.
Aquí el incierto ayer y el hoy distinto
Me han deparado los comunes casos
De toda suerte humana, aquí mis pasos
Urden su incalculable laberinto.
Aquí la tarde cenicienta espera
El fruto que le debe la mañana;
Aquí mi sombra en la no menos vana
Sombra final se perderá, ligera.
No nos une el amor sino el espanto;
Será por eso que la quiero tanto.
J.L.B
domingo, junio 22, 2008
En mi Corazón
my heart. I am never without it. Anywhere
I go you go, my dear; and whatever is done
by only me is your doing, my darling.
I fear no fate, for you are my fate, my sweet. I want
no world, for beautiful, you are my world, my true.
And it's you are whatever a moon has always meant
and whatever a sun will always sing is you.
Here is the deepest secret nobody knows.
Here is the root of the root and the bud of the bud
and the sky of the sky of a tree called life; which grows
higher than the soul can hope or mind can hide.
And this is the wonder that's keeping the stars apart
I carry your heart. I carry it in my heart.
(E.E.Cummings)
I go you go, my dear; and whatever is done
by only me is your doing, my darling.
I fear no fate, for you are my fate, my sweet. I want
no world, for beautiful, you are my world, my true.
And it's you are whatever a moon has always meant
and whatever a sun will always sing is you.
Here is the deepest secret nobody knows.
Here is the root of the root and the bud of the bud
and the sky of the sky of a tree called life; which grows
higher than the soul can hope or mind can hide.
And this is the wonder that's keeping the stars apart
I carry your heart. I carry it in my heart.
(E.E.Cummings)
lunes, junio 02, 2008
Pasado
domingo, mayo 25, 2008
Luna II
La arena firme de la orilla me humedecía los pies descalzos. Distraído como estaba, tardé unos momentos en darme cuenta de que desde hacía unos momentos se había puesto a brillar. Era un brillo blanco, fosforecente y , alzando la vista, comprobé que también el río se había llenado de reflejos de un tinte idéntico. Alcé más alto la cabeza y, dándome vuelta, dirigí la vista hacia el cielo: era la luna. Nunca la había visto tan grande, tan redonda, tan brillante. Brillaba tanto que del cielo se habían borrado todas las estrellas. Subía lenta, irrefutable y única, tibia y familiar y su intensidad explicaba que, en un determinado momento, la progresión de la oscuridad se hubiera detenido. Ahora, todo lo visible estaba decorado de manchas lunares que pasaban entre la fronda de los árboles y se estampaban, de un blanco absoluto, en el suelo, en las paredes y en los techos de las viviendas, en los cuerpos desnudos que se movían entre los árboles y que parecían emitir un fuego fijo y frío. Tenía la proximidad amistosa de esas cosas que nos son incomprensibles pero que ya no nos espantan porque hemos aceptado, quién sabe por qué causa, su misterio. Ninguna razón justificaba su presencia y, sin embargo, de tanto verla, constante y regular, con sus fases periódicas, menos distante y más dulce que el sol cegador, sus idas y venidas, tan exactas que las podíamos prever y que incluso nos servían para ordenar, de muchas maneras, nuestras vidas, en lugar de inquietarnos, como hubiese debido ser, nos tranquilizaba. Todos los días, el sol desdeñoso pasaba para mostrarnos, con su luz cruda, la persistencia injustificada del lugar que éramos también nosotros, en tanto que la luna gentil, gracias a su proximidad, formaba parte, también ella, de ese lugar, era una especie de puente entre lo remoto y familiar. Gracias a ella el todo, que derivaba, inacabado, en lo oscuro, parecía saber algo de nosotros y prometernos una aniquiliación menos ciega. Aunque no fuese capaz de preservarnos ni de interceder, la luna tibia con su compañía insistente podía darnos la ilusión de que lo inacabado nos medía, desde el exterior, con un rasero no muy diferente del que no aplicábamos nosotros mismos.
foto: Horacito
texto: El entenado, Juan José Saer
jueves, mayo 15, 2008
Morir, tal vez soñar
Soñé que asistía a mi propio entierro, a pie, caminando entre un grupo de amigos vestidos de luto solemne, pero con un ánimo de fiesta. Todos parecíamos dichosos de estar juntos. Y yo más que nadie, por aquella grata oportunidad que me daba la muerte para estar con mis amigos de América Latina, los más antiguos, los más queridos, los que no veía desde hacía más tiempo. Al final de la ceremonia, cuando empezaron a irse, yo intenté acompañarlos. pero uno de ellos me hizo ver con una severidad terminante que para mí se había acabado la fiesta. "Eres el único que no puede irse", me dijo. Sólo entonces comprendí que morir es no estar nunca más con los amigos.
Doce Cuentos Peregrinos, Gabriel García Márquez.
Doce Cuentos Peregrinos, Gabriel García Márquez.
martes, mayo 06, 2008
Grandes historias
Uno se construye grandes historias, ésa es la verdad, y puede seguir creyéndoselas durante años, no importa lo absurdas que sean, ni lo inverosímiles, te las llevas contigo y basta. Se es hasta feliz con cosas así. Feliz. Y podría no acabar nunca. Luego, un día, sucede que se rompe algo en el corazón del gran artefacto fantástico, zas, sin razón alguna se rompe de repente y tú te quedas ahí, sin comprender cómo es que toda aquella fabulosa historia ya no la llevas encima, sino delante, como si fuera la locura de otro y ese otro fueras tú. Zas. A veces, basta con nada. Incluso una sola pregunta que aflore. Basta con eso.
Océano Mar, Alessandro Baricco.
imagen: Googleada de este sitio www.cesarmartignon.com
sábado, abril 26, 2008
viernes, abril 18, 2008
En el silencio se hizo paso la música
y busqué la voz que me eludía
La supe obsesiva, reiterativa en sus palabras
La vi frenética susurrar un secreto
La sentí eufórica anticiparse con gozo a lo gozoso
Agónica y desesperada, me arrancó las pupilas
En el ruido, lo ajeno me arrebató la voz.
Era el sonido de la infancia que suma y rima
La voz que bendice y condena,
La del adolescente que, inmortal, se adueña del mundo
El grito del adulto que no encuentra lo que ya tiene
Las voces múltiples y plurales de ese coro de silencios.
Abril de 2008.
y busqué la voz que me eludía
La supe obsesiva, reiterativa en sus palabras
La vi frenética susurrar un secreto
La sentí eufórica anticiparse con gozo a lo gozoso
Agónica y desesperada, me arrancó las pupilas
En el ruido, lo ajeno me arrebató la voz.
Era el sonido de la infancia que suma y rima
La voz que bendice y condena,
La del adolescente que, inmortal, se adueña del mundo
El grito del adulto que no encuentra lo que ya tiene
Las voces múltiples y plurales de ese coro de silencios.
Abril de 2008.
jueves, abril 10, 2008
Nacimiento

Toda vida es un pozo de soledad que va ahondándose con los años. Y yo, que vengo más que otros de la nada, a causa de mi orfandad, ya estaba advertido desde el principio contra esa apariencia de compañía que es una familia. Pero esa noche, mi soledad, ya grande, se volvió de golpe desmesurada, como si en ese pozo que se ahonda poco a poco, el fondo, brusco, hubiese cedido, dejándome caern en la negrura. Me acosté, desconsolado, en el suelo, y me puse a llorar. Ahora que estoy escribiendo, que el rasguido de mi pluma y los crujidos de mi silla son los únicos ruidos que suenan, nítidos, en la noche, que mi respiración inaudible y tranquila sostiene mi vida, que puedo ver mi mano, la mano ajada de un viejo, deslizándose de izquierda a derecha y dejando un reguero negro a la luz de la lámpara, me doy cuenta de que, recuerdo de un acontecimiento verdadero o imagen instantánea, sin pasado ni porvenir, forjada frescamente por un delirio apacible, esa criatura que llora en un mundo desconocido asiste, sin saberlo, a su propio nacimiento. No sé sabe nunca cuando se nace: el parto es una simple convención. Muchos mueren sin haber nacido; otros nacen apenas, otros mal, como abortados. Algunos, por nacimientos sucesivos, van pasando de vida en vida, y si la muerte no viniese a interrumpirlos, serían capaces de agotar el ramillete de mundos posibles a fuerza de nacer una y otra vez, como si poseyesen una reserva inagotable de inocencia y de abandono. Entenado y todo, yo nacía sin saberlo y como el niño que sale, ensangrentado y atónito, de esa noche oscura que es el vientre de su madre, no podía hacer otra cosa que echarme a llorar.
El entenado, Juan José Saer.
Foto: Árbol en la Patagonia.
miércoles, abril 02, 2008
Diálogo
Nuestra vida, como estos diálogos, y como todas las cosas, ha sido prefijada. También los temas a los que nos hemos acercado.
Con el correr de la conversación he advertido que el diálogo es un género literario, una forma indirecta de escribir.
El deber de todas las cosas es ser una felicidad; si no son una felicidad son inútiles o perjudiciales. A esta altura de mi vida siento estos diálogos como una felicidad.
Las polémicas son inútiles, estar de antemano de un lado o del otro es un error, sobre todo si se oye la conversación como una polémica, si se la ve como un juego en el cual alguien gana y alguien pierde. El diálogo tiene que ser una investigación y poco importa que la verdad salga de boca de uno o de boca de otro. Yo he tratado de pensar, al conversar, que es indiferente que yo tenga razón o que tenga razón usted; lo importante es llegar a una conclusión, y de qué lado de la mesa llega eso, o de qué boca, o de qué rostro, o desde qué nombre, es lo de menos.
Jorge Luis Borges, Borges en diálogo.
viernes, marzo 28, 2008
Como en el cine (IV)
Charlotte: I just don't know what I'm supposed to be.
Bob: You'll figure that out. The more you know who you are, and what you want, the less you let things upset you.
(Charlotte: Realmente no sé que es lo que se supone que deba ser.
Bob:Ya lo vas a averiguar. Cuanto más sepas quien sos y lo que deseás menos dejarás que las cosas te alteren.)
domingo, marzo 16, 2008
Combo John Ford

Ma Joad: How am I gonna know about ya, Tommy? Why they could kill ya and I'd never know. They could hurt ya. How am I gonna know?
Tom Joad: Well, maybe it's like Casy says. A fellow ain't got a soul of his own, just little piece of a big soul, the one big soul that belongs to everybody, then...
Ma Joad: Then what, Tom?
Tom Joad: Then it don't matter. I'll be all around in the dark - I'll be everywhere. Wherever you can look - wherever there's a fight, so hungry people can eat, I'll be there. Wherever there's a cop beatin' up a guy, I'll be there. I'll be in the way guys yell when they're mad. I'll be in the way kids laugh when they're hungry and they know supper's ready, and when the people are eatin' the stuff they raise and livin' in the houses they build - I'll be there, too.
Ma Joad: I don't understand it, Tom.
Tom Joad: Me, neither, Ma, but - just somethin' I been thinkin' about.
(Ma Joad: Como voy a saber de vos Tommy? Podrían matarte y yo nunca lo sabría. Podrían lastimarte. Como voy a saber?
Tom Joad: Bueno por ahí es como Casey dice. Un hombre no tiene un alma que le pertenezca, solo una pequeña porción de un alma grande, la única gran alma que pertenece a todos, entonces...
Ma Joad: Entonces qué Tom?
Tom Joad: Entonces no importa. Estaré por ahí en la oscuridad -estaré en todas partes- Dondequiera que mires -donde haya una lucha para que la gente hambrienta pueda comer, allí estaré. Donde haya un policía golpeando a un tipo, allí estaré. Estaré en el modo en que los hombres gritan cuando se enojan. Estaré en el modo en que rien los niños cuando están hambrientos y saben que la cena está lista, y cuando la gente esté comiendo lo que plantaron y cosecharon y viviendo en las casas que construyeron -ahí estaré también-.
Ma Joad: No lo entiendo Tom.
Tom Joad: Yo tampoco Ma, es solo algo que estuve pensando.
De Viñas de Ira, Grapes of Wrath.)
domingo, marzo 02, 2008
Despedidas
(fotografía: de internet, lugar geográfico:Dublín,Irlanda.
texto: Así habló Zaratustra, Federico Nietzche.)
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