miércoles, junio 27, 2007

Soledad


Pues sí, quien debe cumplir una misión siempre está solo. Pero no estoy seguro de que esa soledad sea motivo de sufrimiento. Yo siempre he sufrido más por el contacto con las personas, por la vida social que por la verdadera soledad. Hasta cierto momento en nuestra vida, la soledad nos parece un castigo, nos sentimos como el niño al que dejan solo en un cuarto oscuro mientras los adultos conversan y se divierten en la habitación de al lado. Pero un día nosotros también nos hacemos adultos y descubrimos que, en la vida, la soledad, la verdadera, la elegida conscientemente, no es un castigo, ni siquiera es una forma enfermiza y resentida de aislamiento, sino el único estado digno del ser humano. Y entonces ya no es tan difícil soportarla. Es como vivir en un gran espacio donde siempre respiras un aire limpio.

La mujer justa, Sándor Márai.

2 comentarios:

Veroka dijo...

que bueno esto....no hay mejores palabras para definir el placer de la soledad deseada... me identifico plenamente con este párrafo.
Besos

Loli dijo...

Que bueno Vero. Yo también me identifico con este texto aunque reconozco que todavía -solo todavía- la soledad , cuando no es buscada y elegida, me pesa un poco.