jueves, diciembre 16, 2010

Las luces que insisten

es hora de apreciar las luces
que resistieron encendidas,
asomarse hacia atrás
y explorar nuestro ascenso leve, tímido, incorruptible…

¿qué es lo auténtico que permanece?

deberíamos reconocer que somos otros,
que el aire perfeccionó nuestras alas

es hora de contemplar
las puertas que no nos detuvieron,
las retiradas a tiempo
y los gestos ajenos que fueron el antídoto
contra nuestra barbarie interior

hay aquí, abrazos todavía tibios
y quimeras atrapadas que ahora son semillas,
hay un puñado de papeles rotos,
algunas intenciones inútiles
y muchas discordancias infértiles

por eso, es hora de encender la pira,
de comprender que el humo se disipa pronto
como un grito o como la furia

es tiempo de recuperarnos
de desearnos con vehemencia,
de trasplantarnos al lugar que merecemos,
de apreciar las luces, las que insisten,
las que, allá a lo lejos, nos indican por dónde seguir.


jueves, noviembre 25, 2010

Japón Espectral

Camino de  farolas, foto de Elena de SanTelmo


Pero hay sonidos que nos conmueven mucho más profundamente que la voz del mar, y de maneras más extrañas; sonidos que también nos ponen graves a veces, y muy graves: sonidos de música.

La gran música es una tormenta psíquica, agitando a profundidad inimaginable el misterio del pasado dentro de nosotros. O podríamos decir que es una incantación prodigiosa, haciendo cada diferente instrumento y voz una llamada aparte a los diferentes billones de recuerdos prenatales. Hay tonos que llaman a todos los fantasmas de la juventud y la alegría y la ternura; hay tonos que evocan todo el dolor espectral de la pasión perecida; hay tonos que resucitan todas las sensaciones muertas de majestad y poder y gloria, todas las exultaciones expiradas, todas las magnanimidades olvidadas. ¡Bien puede parecer la influencia de la música inexplicable al hombre que vanamente sueña que su vida empezó hace menos de cien años! Pero el misterio alivia a quien aprende que la sustancia del Yo es más vieja que el Sol. Ése halla que la música es una Nigromancia; siente que a cada onda de melodía, a cada oleada de armonía, responde dentro de él, surgiendo del Mar de la Muerte y el Nacimiento, un remolino inmensurable de placer y dolor antiguos.

Placer y dolor: se entremezclan siempre en la gran música; y por tanto la música puede conmovernos más profundamente que la voz del océano o que cualquier otra voz. Pero en la expresión más amplia de la música, la pena marca siempre el tono bajo, el murmullo y el oleaje del Mar del Alma... ¡Resulta extraño pensar qué vasta debe haber sido la suma de gozo y sufrimiento experimentada antes que el sentido de la música pudiera evolucionar en el cerebro del hombre!


En algún lugar se ha dicho que la vida humana es la música de los Dioses; que sus sollozos y risas, sus canciones y chillidos y oraciones, sus gritos de gozo y desesperación, no se elevan al oído de los Inmortales sino como una perfecta armonía... Por tanto, ellos no desean acallar los tonos de dolor: ¡arruinaría su música! La combinación, sin los tonos de agonía, formaría una disonancia insoportable a los oídos divinos.

Y en un sentido nosotros mismos somos como Dioses, ya que es sólo la suma de las penas y los gozos de innumerables vidas pasadas lo que nos proporciona, a través de la memoria orgánica, el éxtasis de la música. La alegría y el pesar de las generaciones muertas regresan para morar en nosotros en incontables formas de armonía y melodía. De igual modo –un millón de años después que habremos cesado de ver el sol–, la alegría y el pesar de nuestras propias vidas pasarán con música más enriquecida a otros corazones, para remover allí, durante un misterioso momento, una sensación profunda y exquisita de dolor voluptuoso.

Lafcadio Hearn, En el Japón Espectral

sábado, octubre 23, 2010

Friendship

"Boys in Leh" foto de Arturo Prins
Lamb dice en alguna parte que si de tres amigos (A, B y C) A muriera, B perdería entonces no sólo a A sino también “la parte de A que hay en C”, mientras C pierde no sólo a A sino también "a la parte de A en B". En cada uno de mis amigos hay algo que sólo otro amigo puede mostrar plenamente. Por mí mismo no soy lo bastante completo como para poner en actividad al hombre total, necesito otras luces, además de las mías, para mostrar todas sus facetas. Ahora que Carlos ha muerto, nunca volveré a ver la reacción de Roberto ante una broma típica de Carlos. Lejos de tener más de Roberto al tenerle sólo “para mí” ahora que Carlos ha muerto, tengo menos de él.

C.S. Lewis, Los Cuatro Amores

jueves, octubre 14, 2010

Adan Buenosayres VII

Carpa Festi, Xul Solar

Que a tan doloroso extremo lo conducía." "Que solía conducirlo a extremo tan doloroso." "Que a extremo tan doloroso. . ."
Adán Buenosayres despierta con aquel jirón de frase que lo ha perseguido, como un tábano imbécil, en toda la extensión de su sueño. Y al abrir los ojos ve a su lado la figura de Irma, cuyas manos industriosas van y vienen sobre la bandeja del desayuno.

—¿Qué hora es? —le pregunta con infinito desaliento.
—Las diez y media —responde Irma.

"Que a tan doloroso extremo...”
—¿Llueve?
—Garúa.
"Y le dijo a Irma que sus ojos eran iguales a dos mañanas juntas, o quizá..." ¡Basta! Se incorpora violentamente, y sus ojos desorientados recorren la habitación desierta. ¿Irma se ha escurrido ya? Tanto mejor.
La primera noción que se le aclara en el entendimiento le trae un gusto de hiel: recuerda que a cierta hora de aquel nuevo día tendrá que cumplir una serie de gestos ineluctables; que su rostro deberá ocupar un sitio en cierta y determinada constelación de rostros; que su voz pertenece a un coro de voces que aguardan la suya para levantarse. Y al reflexionar en ello, tiene conciencia de que no podrá ese día, ya que no halla en su voluntad ni un solo átomo vivo.

Leopoldo Marechal, Adan Buenosayres.

jueves, septiembre 23, 2010

Caminar


Cosas de hombres, había contestado Libero Parri, y a partir de ese momento Ultimo tampoco se había hecho más preguntas, porque si tienes cinco años y tu padre te lleva con él, de esa manera, eres feliz y punto. Por eso había correteado detrás de él hasta el cruce para Rabello. Lo había hecho sin saber que en un sinfín de ocasiones, ya de mayor, volvería a ver esa imagen, precisamente ésa: la silueta maciza de su padre, caminando a grandes pasos por delante de él, contra el vuelo de la niebla matinal, sin darse vuelta nunca, ni para esperarlo ni para verificar que todavía estaba allí. En esa severidad, y en esa ausencia total de dudas, residía todo lo que su padre le había enseñado del hecho de ser padres: que se trata de caminar, sin darse la vuelta nunca. Caminar con el paso largo de los adultos, sin piedad, pero un paso límpido y regular, para que tu hijo pueda comprenderlo y permanecer pegado al mismo a pesar de su paso de niño. Y hacerlo sin darse la vuelta nunca, si es que uno tiene fuerzas para hacerlo: para que él sepa que no se perderá, y que caminar juntos es un destino del que no es necesario dudar en ningún momento, ya que está escrito en la tierra.
Alessandro Baricco, Esta historia

viernes, agosto 20, 2010

Mujeres que corren con los lobos

Regine, naif, Maison de Pierre
La alegría es la clase de sentimiento que experimenta una mujer cuando pone unas palabras por escrito así sin más o cuando consigue reproducir unas notas a la primera. Que emoción tan grande. Parece increíble. Es la clase de sentimiento que experimenta una mujer cuando descubre que esta embarazada y desea estarlo. Es la clase de alegría que siente cuando ve disfrutar a las personas que ama. Es la clase de alegría que siente cuando ha hecho algo que la perseguía, que la obsesionaba, que era peligroso, que la había obligado a esforzarse y a mejorar para poder alcanzar el éxito…tal vez con gracia o tal vez sin ella, pero lo importante es que consiguió crear un algo, un alguien, el arte, la batalla, el momento; su vida. Este es el estado natural e instintivo de la mujer. La esencia de la Mujer Salvaje se irradia a través de esa clase de alegría. Esta suerte de situación espiritual la llama por su nombre.
Clarissa Pinkola Estés, Mujeres que corren con los lobos.

sábado, julio 24, 2010

Oración

Oye mi ruego Tú, Dios que no existes,
y en tu nada recoge estas mis quejas,
Tú que a los pobres hombres
nunca dejas sin consuelo de engaño। No resistes

a nuestro ruego y nuestro anhelo vistes।
Cuando Tú de mi mente más te alejas,
más recuerdo las plácidas consejas
con que mi ama endulzóme noches tristes।

¡Qué grande eres, mi Dios! Eres tan grande
que no eres sino Idea; es muy angosta la realidad
por mucho que se expande para abarcarte।

Sufro yo a tu costa, Dios no existente,
pues si Tú existieras
existiría yo también de veras।


Miguel de Unamuno

sábado, mayo 29, 2010

Educacion en la esperanza


                                                         (Niños, Henri Cartier Bresson)

La esperanza es una de las tareas pedagógicas. La esperanza no existe fuera de la acción. No es pura espera. Y una esperanza que no es activa que no es crítica de desesperanza es la espera vana. La esperanza implica mi movimiento en el mundo para crear el mundo. No fabrica sola la transformación del mundo, pero no hay transformación sin esperanza. Hay momentos en que es difícil pero no imposible. La posibilidad se hace. (Paulo Freire)

sábado, mayo 22, 2010

Cocina


                                                   Pierre Auste Renoir, El almuerzo


El cuchillo avanza sobre la cebolla con energía. Es bueno que algo, aunque mas no sea una cebolla, se exponga a nuestra furia y que ella, nuestra furia, no provoque mas incidente que una cebolla finamente picada. Ya esta. Una pizca de aceite y un trozo de manteca en la sartén. Fuego. No tenemos ni tiempo ni paciencia para velar por la cebolla mientras ella experimenta su sutil metamorfosis. La abandonamos en la cocina mientras nos vamos a hacer otra cosa. Pero de pronto...es ella la que nos llama. El olor a cebolla frita va inundando la casa. El olor prometedor de la cebolla va poblando el espacio, como un manto invisible que convierte estas habitaciones en un hogar. La cebolla, dorándose, dice: aquí nadie esta solo, aquí alguien cocina para otro, aquí pronto dos, o por lo menos mas de uno, se sentaran a la mesa para contarse sus cosas, aquí se come y se ama.

Sandra Russo, Perdonen nuestros placeres

sábado, mayo 15, 2010

¡Despierte!

 Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.


Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
y acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera,
más que duró lo que vio
porque todo ha de pasar
por tal manera.


Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.

domingo, mayo 09, 2010

Ulrica

                                                           Sigurd and Brynhild, Butler, 1909


Para un hombre célibe entrado en años, el ofrecido amor es un don que ya no se espera. El milagro tiene derecho a imponer condiciones. Pensé en mis mocedades de Popayán y en una muchacha de Tezas, clara y esbelta como Ulrica que me había negado su amor.

No incurrí en el error de preguntarle si me quería. Comprendí que no era el primero y que no sería el último. Esa aventura, acaso la postrera para mí, sería una de tantas para esa resplandeciente y resuelta discípula de Ibsen.

Tomados de la mano seguimos.

-Todo esto es como un sueño -dije- y yo nunca sueño.

-Como aquel rey -replicó Ulrica- que no soñó hasta que un hechicero lo hizo dormir en una pocilga.

Agregó después.

-Oye bien. Un pájaro está por cantar.

Al poco rato oímos el canto.

-En estas tierras -dije-, piensan que quien está por morir prevé el futuro.

Y yo estoy por morir -dijo ella.

La miré atónito.

-Cortemos por el bosque -la urgí-. Arribaremos más pronto a Thorgate.

-El bosque es peligroso -replicó.

Seguimos pos lor páramos.

-Yo querría que este momento durara siempre -murmuré.

-Siempre es una palabra que no está permitida a los hombres -afirmó Ulrica y, para aminorar el énfasis, me pidió que le repitiera mi nombre, que no había oído bien.


J.L.Borges

Ulrica

domingo, abril 18, 2010

Joyful June


Everyday joyful June

   Goes for a pleasant stroll,

Sounding her bell and ball

In the peaceful afternoon.

And when quiet shadows fall

She usually has a small

Talk with the silent Moon.

A poem by niki



 
fotos de loli

lunes, abril 12, 2010

Sauce

There is a willow grows aslant the
brook
That shows his hoar leaves in the glassy
stream;
There with fantastic garlands did she
come
Of crow-flowers, nettles, daisies and
long purples
That liberal shepherds give a grosser
name,
But our cold maids do dead men´s
fingers call them.

(Hamlet)

Sauce lloron, Pringles y Lezica, foto mia

sábado, abril 10, 2010

Salud



Es importante  entonces para todos nosotros que los médicos se pregunten acerca del lugar desde donde hablan, y puedan averiguar que efectos tienen sus palabras en la vida de sus pacientes; es importante para estos sentir que pueden compartir el lenguaje de los médicos, transmitir con fuerza y claridad el suyo propio, y medir el alcance de sus palabras entrando en un dialogo personal con ellos que se ajuste a las reglas de un juego leal y estimulante. Y es necesario para el ciudadano común, medico o enfermo, reflexionar acerca de cómo términos tales como prevención, prepagas, estado terapéutico, etc. , se han ido instalando de un modo tan paulatino como poderoso en el vocabulario colectivo, sin que se examinen muchas veces los supuestos beneficios y progresos que estas nociones, no siempre saludables, implican.


A la escucha del cuerpo, puentes entre la salud y las palabras, Ivonne Bordelois.

martes, abril 06, 2010

Sed

"Yo, se dijo el principito, si tuviera cincuentra y tres minutos para gastar, caminaria muy suavemente hacia una fuente..."

domingo, abril 04, 2010

Joy/Gozo/Alegria

                                                                 Joy to the world

viernes, abril 02, 2010

Ama et quod vis fac

Ama y haz lo que quieras. Si callas, callaras con amor, si gritas, gritaras con amor, si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonaras con amor. Si tienes el amor arraigado en ti ninguna otra cosa si no el amor serán tus frutos.


Agustin de Hipona

jueves, abril 01, 2010

Florencia

Tiene manos de hada y piernas de angel. Escala montañas y hace magia con las palabras. Entre sus multiples habilidades se cuentan, corredora, maestra, enfermera, equilibrista, amiga, compañera, maga y hada, pero de todas estas se destaca en la cocina. Ayer amaso dos panes. Quise sacarles una foto pero se me rebelo la camara. Entonces busque con el Google y encontre algo parecido a lo que ella hizo y a lo que compartiremos en el almuerzo de hoy.


domingo, marzo 28, 2010

Dolor

                                                                          Marc Chagall

"Dad palabra al dolor: el dolor que no habla gime en el corazón
hasta que lo rompe"

sábado, marzo 20, 2010

Songs


My mother groan´d! my father wept
Into the dangerous world I leapt:
Helpless, naked, piping loud:
Like a fiend hid in a cloud.



Struggling in my father´s hands,
Striving against my swaddling bands.
Bound and weary I thought best
To sulk upon my mother´s breast




´I have no name:
´I am but two days old.´
What shall I call thee?

 

´I happy am,
´Joy is my name.´
Sweet joy befall thee!


Pretty joy!
Sweet joy but two days old,
Sweet joy I call thee:
Thou dost smile,
I sing the while,
Sweet joy befall thee!

 
                             Wiliam Blake, Infant sorrow, Infant joy

viernes, marzo 19, 2010

Cuento para tahures

Salió no más el 10 ¬un 4 y un 6¬ cuando ya nadie lo creía. A mí qué me importaba, hacía rato que me habían dejado seco. Pero hubo un murmullo feo entre los jugadores acodados a la mesa del billar y los mirones que formaban rueda. Renato Flores palideció y se pasó el pañuelo a cuadros por la frente húmeda. Después juntó con pesado movimiento los billetes de la apuesta, los alisó uno a uno y, doblándolos en cuatro, a lo largo, los fue metiendo entre los dedos de la mano izquierda, donde quedaron como otra mano rugosa y sucia entrelazada perpendicularmente a la suya. Con estudiada lentitud puso los dados en el cubilete y empezó a sacudirlos. Un doble pliegue vertical le partía el entrecejo oscuro. Parecía barajar un problema que se le hacía cada vez más difícil. Por fin se encogió de hombros.

¬Lo que quieran...¬dijo.

Ya nadie se acordaba del tachito de la coima. Jiménez, el del negocio, presenciaba desde lejos sin animarse a recordarlo. Jesús Pereyra se levantó y echó sobre la mesa, sin contarlo, un montón de plata.

¬La suerte es la suerte dijo con una lucecita asesina en la mirada¬. Habrá que irse a dormir.

Yo soy hombre tranquilo; en cuanto oí aquello, gané el rincón más cercano a la puerta. Pero Flores bajó la vista y se hizo el desentendido.

¬Hay que saber perder ¬dijo Zúñiga sentenciosamente, poniendo un billetito de cinco en la mesa. Y añadió con retintín¬: Total, venimos a divertirnos.

- ¡Siete pases seguidos! -comentó, admirado, uno de los de afuera.

Flores lo midió de arriba abajo.

¬¡Vos, siempre rezando!¬dijo con desprecio.

Después he tratado de recordar el lugar que ocupaba cada uno antes de que empezara el alboroto. Flores estaba lejos de la puerta, contra la pared del fondo. A la izquierda, por donde venía la ronda, tenía a Zúñiga. Al frente, separado de él por el ancho de la mesa del billar, estaba Pereyra. Cuando Pereyra se levantó dos o tres más hicieron lo mismo. Yo me figuré que sería por el interés del juego, pero después vi que Pereyra tenía la vista clavada en las manos de Flores. Los demás miraban el paño verde donde iban a caer los dados, pero él sólo miraba las manos de Flores.

El montoncito de las apuestas fue creciendo: había billetes de todos tamaños y hasta algunas monedas que puso uno de los de afuera. Flores parecía vacilar. Por fin largó los dados. Pereyra no los miraba. Tenía siempre los ojos en las manos de Flores.

-El cuatro -cantó alguno.

En aquel momento, no sé por qué, recordé los pases que había echado Flores: el 4, el 8, el 10, el 9, el 8, el 6, el 10... Y ahora buscaba otra vez el 4.

El sótano estaba lleno del humo de los cigarrillos. Flores le pidió a Jiménez que le trajera un café, y el otro se marchó rezongando. Zúñiga sonreía maliciosamente mirando la cara de rabia de Pereyra. Pegado a la pared, un borracho despertaba de tanto en tanto y decía con voz pastosa:

¬¡Voy diez a la contra! ¬Después se volvía a quedar dormido.

Los dados sonaban en el cubilete y rodaban sobre la mesa. Ocho pares de ojos rodaban tras ellos. Por fin alguien exclamó:

¬ ¡El cuatro!

En aquel momento agaché la cabeza para encender un cigarrillo. Encima de la mesa había una lamparita eléctrica, con una pantalla verde. Yo no vi el brazo que la hizo añicos. El sótano quedó a oscuras. Después se oyó el balazo.

Yo me hice chiquito en mi rincón y pensé para mis adentros: "Pobre Flores, era demasiada suerte". Sentí que algo venía rodando y me tocaba en la mano. Era un dado. Tanteando en la oscuridad, encontré el compañero.

En medio del desbande, alguien se acordó de los tubos fluorescentes del techo. Pero cuando los encendieron, no era Flores el muerto. Renato Flores seguía parado con el cubilete en la mano, en la misma posición de antes. A su izquierda, doblado en su silla, Ismael Zúñiga tenía un balazo en el pecho.

"Le erraron a Flores", pensé en el primer momento, "y le pegaron al otro. No hay nada que hacerle, esta noche está de suerte."

Entre varios alzaron a Zúñiga y lo tendieron sobre tres sillas puestas en hilera. Jiménez (que había bajado con el café) no quiso que lo pusieran sobre la mesa de billar para que no le mancharan el paño. De todas maneras ya no había nada que hacer.

Me acerqué a la mesa y vi que los dados marcaban el 7. Entre ellos había un revólver 48.

Como quien no quiere la cosa, agarré para el lado de la puerta y subí despacio la escalera. Cuando salí a la calle había muchos curiosos y un milico que doblaba corriendo la esquina.

Aquella misma noche me acordé de los dados, que llevaba en el bolsillo¬¡lo que es ser distraído!¬, y me puse a jugar solo, por puro gusto. Estuve media hora sin sacar un 7. Los miré bien y vi que faltaban unos números y sobraban otros. Uno de los "chivos" tenia el 8, el 4 y el 5 repetidos en caras contrarias. El otro, el 5, el 6 y el 1. Con aquellos dados no se podía perder. No se podía perder en el primer tiro, porque no se podía formar el 2, el 3 y el 12, que en la primera mano son perdedores. Y no se podía perder en los demás porque no se podía sacar el 7, que es el número perdedor después de la primera mano. Recordé que Flores había echado siete pases seguidos, y casi todos con números difíciles: el 4, el 8, el 10, el 9, el 8, el 6, el 10... Y a lo último había sacado otra vez el 4. Ni una sola clavada. Ni una barraca. En cuarenta o cincuenta veces que habría tirado los dados no había sacado un solo 7, que es el número más salidor.

Y, sin embargo, cuando yo me fui, los dados de la mesa formaban el 7, en vez del 4, que era el último número que había sacado. Todavía lo estoy viendo, clarito: un 6 y un 1.

Al día siguiente extravié los dados y me establecí en otro barrio. Si me buscaron, no sé; por un tiempo no supe nada más del asunto. Una tarde me enteré por los diarios que Pereyra había confesado. Al parecer, se había dado cuenta de que Flores hacía trampa. Pereyra iba perdiendo mucho, porque acostumbraba jugar fuerte, y todo el mundo sabía que era mal perdedor. En aquella racha de Flores se le habían ido más de tres mil pesos. Apagó la luz de un manotazo. En la oscuridad erró el tiro, y en vez de matar a Flores mató a Zúñiga. Eso era lo que yo también había pensado en el primer momento.

Pero después tuvieron que soltarlo. Le dijo al juez que lo habían hecho confesar a la fuerza. Quedaban muchos puntos oscuros. Es fácil errar un tiro en la oscuridad, pero Flores estaba frente a él, mientras que Zúñiga estaba a un costado, y la distancia no habrá sido mayor de un metro. Un detalle lo favoreció: los vidrios rotos de la lamparita eléctrica del sótano estaban detrás de él. Si hubiera sido él quien dio el manotazo ¬ dijeron¬ los vidrios habrían caído del otro lado de la mesa de billar, donde estaban Flores y Zúñiga.

El asunto quedó sin aclarar. Nadie vio al que pegó el manotazo a la lámpara, porque estaban todos inclinados sobre los dados. Y si alguien lo vio, no dijo nada. Yo, que podía haberlo visto, en aquel momento agaché la cabeza para encender un cigarrillo, que no llegué a encender. No se encontraron huellas en el revólver, ni se pudo averiguar quién era el dueño. Cualquiera de los que estaban alrededor de la mesa¬y eran ocho o nueve¬pudo pegarle el tiro a Zúñiga.

Yo no sé quién habrá sido el que lo mató. Quien más quien menos tenía alguna cuenta que cobrarle. Pero si yo quisiera jugarle sucio a alguien en una mesa de pase inglés, me sentaría a su izquierda, y al perder yo, cambiaría los dados legítimos por un par de aquellos que encontré en el suelo, los metería en el cubilete y se los pasaría al candidato. El hombre ganaría una vez y se pondría contento. Ganaría dos veces, tres veces... y seguiría ganando. Por difícil que fuera el número que sacara de entrada, lo repetiría siempre antes de que saliera el 7. Si lo dejaran, ganaría toda la noche, porque con esos dados no se puede perder.

Claro que yo no esperaría a ver el resultado. Me iría a dormir, y al día siguiente me enteraría por los diarios. ¡Vaya usted a echar diez o quince pases en semejante compañía! Es bueno tener un poco de suerte; tener demasiada no conviene, y ayudar a la suerte es peligroso. . .

Sí, yo creo que fue Flores no más el que lo mató a Zúñiga. Y en cierto modo lo mató en defensa propia. Lo mató para que Pereyra o cualquiera de los otros no lo mataran a él. Zúñiga¬por algún antiguo rencor, tal vez¬le había puesto los dados falsos en el cubilete, lo había condenado a ganar toda la noche, a hacer trampa sin saberlo, lo había condenado a que lo mataran, o a dar una explicación humillante en la que nadie creería.

Flores tardó en darse cuenta; al principio creyó que era pura suerte; después se intranquilizó; y cuando comprendió la treta de Zúñiga, cuando vio que Pereyra se paraba y no le quitaba la vista de las manos, para ver si volvía a cambiar los dados, comprendió que no le quedaba más que un camino. Para sacarse a Jiménez de encima, le pidió que le trajera un café. Esperó el momento. El momento era cuando volviera a salir el 4, como fatalmente tenía que salir, y cuando todos se inclinaran instintivamente sobre los dados.

Entonces rompió la bombita eléctrica con un golpe del cubilete, sacó el revólver con aquel pañuelo a cuadros y le pegó el tiro a Zúñiga. Dejó el revólver en la mesa, recobró los "chivos" y los tiró al suelo. No había tiempo para más. No le convenía que se comprobara que había estado haciendo trampa, aunque fuera sin saberlo. Después metió la mano en el bolsillo de Zúñiga, le buscó los dados legítimos, que el otro había sacado del cubilete, y cuando ya empezaban a parpadear los tubos fluorescentes, los tiró sobre la mesa.

Y esta vez sí echó clavada, un 7 grande como una casa, que es el número más salidor...

Rodolfo Walsh
 
 
 
 
 
 
http://www.literatura.org/Walsh/rwtahur.html

miércoles, marzo 17, 2010

Taxi Driver


Un conductor, como la gente, como el que el otro dia ademas de chauffer resulto ser predicador.

domingo, marzo 14, 2010

Schooling/Educacion





Most children in school fail.

For a great many, this failure is avowed and absolute. Close to forty percent of those who begin high school drop out before they finish. For college, the figure is one in three.

Many others fail in fact if not in name. They complete their schooling only because we have agreed to push them up through the grades and out of the schools, whether they know anything or not. There are many more such children than we think. If we “raise our standards” much higher, as some would have us do, we will find out very soon just how many there are. Our classrooms will bulge with kids who can´t pass the test to get into the next class.

But there is a more important sense in which almost all children fail: Except for a handful, who may or may not be good students, they fail to develop more than a tiny part of the tremendous capacity for learning, understanding, and creating with which they were born and of which they made full use during the first two or three years of their lives.



Why do they fail?

They fail because they are afraid, bored, and confused.



How children fail, John Holt, 1964
Ilustracion: Jacky Fleming

___________________________

La mayoría de los chicos en edad escolar fracasan.


Para una gran mayoría, este fracaso es reconocido y absoluto. Cerca de un cuarenta por ciento de aquellos que comienzan la escuela desertan antes de terminar. Para la universidad la estadística es de uno en tres.

Muchos otros fracasan de hecho si no de palabras. Completan su escolarización solo porque hemos acordado empujarlos a través de los grados y fuera del colegio, sepan o no sepan algo. Hay más chicos de estos de los que pensamos. Si “elevamos los estandares” como algunos nos obligan a hacer encontraremos muy pronto cuantos hay. Nuestras aulas se verán desbordadas de niños que no pueden aprobar la prueba para pasar a la siguiente clase.

Pero hay un sentido mas importante en el cual casi todos los chicos fallan: Excepto por unos pocos, quienes pueden ser o no ser buenos estudiantes, fallan en desarrollar mas de una minúscula porción de su tremenda capacidad de aprender, comprender y crear con la cual nacieron y de la cual hicieron uso cabal durante los dos o tres primeros años de sus vidas.

¿Por que fracasan?

Fracasan porque tienen miedo, se aburren y están confundidos.



Traduccion de loli

Hand in my pocket

I'm broke but I'm happy
I'm poor but I'm kind
I'm short but I'm healthy, yeah
I'm high but I'm grounded
I'm sane but I'm overwhelmed
I'm lost but I'm hopeful baby

What it all comes down to
Is that everything's gonna be fine fine fine
I've got one hand in my pocket
And the other one is giving a high five

I feel drunk but I'm sober
I'm young and I'm underpaid
I'm tired but I'm working, yeah
I care but I'm worthless
I'm here but I'm really gone
I'm wrong and I'm sorry baby

What it all comes down to
Is that everything's gonna be quite alright
I've got one hand in my pocket
And the other one is flicking a cigarette

What it all comes down to
Is that I haven't got it all figured out just yet
I've got one hand in my pocket
And the other one is giving the peace sign

I'm free but I'm focused
I'm green but I'm wise
I'm shy but I'm friendly baby
I'm sad but I'm laughing
I'm brave but I'm chicken shit
I'm sick but I'm pretty baby

And what it all boils down to
Is that no one's really got it figured out just yet
I've got one hand in my pocket
And the other one is playing the piano

What it all comes down to my friends
Is that everything's just fine fine fine
I've got one hand in my pocket
And the other one is hailing a taxicab...

Alanis Morissette

viernes, marzo 12, 2010

Finales Felices - Como en el cine




"Shall we dance?", ¿Bailamos?, Richard Gere, Susan Sarandon, Jennifer Lopez, Stanley Tucci, 2004

miércoles, febrero 17, 2010

Wakefield

                                            Wheat Harvest, Kamouraska, Quebec, Patricia  Eyre

-¡Wakefield, Wakefield, estás loco!

Quizás lo estaba. De tal modo debía de haberse amoldado a la singularidad de su situación que, examinándolo con referencia a sus semejantes y a las tareas de la vida, no se podría afirmar que estuviera en su sano juicio. Se las había ingeniado (o, más bien, las cosas habían venido a parar en esto) para separarse del mundo, hacerse humo, renunciar a su sitio y privilegios entre los vivos, sin que fuera admitido entre los muertos. La vida de un ermitaño no tiene paralelo con la suya. Seguía inmerso en el tráfago de la ciudad como en los viejos tiempos, pero las multitudes pasaban de largo sin advertirlo. Se encontraba -digámoslo en sentido figurado- a todas horas junto a su mujer y al pie del fuego, y sin embargo nunca podía sentir la tibieza del uno ni el amor de la otra. El insólito destino de Wakefield fue el de conservar la cuota original de afectos humanos y verse todavía involucrado en los intereses de los hombres, mientras que había perdido su respectiva influencia sobre unos y otros. Sería un ejercicio muy curioso determinar los efectos de tales circunstancias sobre su corazón y su intelecto, tanto por separado como al unísono. No obstante, cambiado como estaba, rara vez era consciente de ello y más bien se consideraba el mismo de siempre. En verdad, a veces lo asaltaban vislumbres de la realidad, pero sólo por momentos. Y aun así, insistía en decir "pronto regresaré", sin darse cuenta de que había pasado veinte años diciéndose lo mismo.

Wakefield, Nathaniel Hawthorne.

Wakefield,Cuento Completo

lunes, febrero 01, 2010

A un joven poeta


                                                   The Valkyrie's Vigil, Edward Robert Hughes.


Las obras de arte viven en medio de una soledad infinita, y a nada son menos accesibles como a la crítica. Sólo el amor alcanza a comprenderlas y hacerlas suyas: sólo él puede ser justo para con ellas. Dese siempre la razón a sí mismo y a su propio sentir, frente a todas esas discusiones, glosas o introducciones. Si luego resulta que no está en lo cierto, ya se encargará el natural desarrollo de su vida interna de llevarle paulatinamente y con el tiempo hacia otros criterios.

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En cuanto usted piense en su propia infancia, volverá a vivir entre ellos, entre los niños solitarios. Y entonces las personas mayores ya no significarán nada, ni tendrá valor alguno toda su dignidad.

Si le angustia y le tortura el pensar en la infancia, en la sencillez y quietud que con ella van enlazadas -porque usted ya no sabe creer en Dios, que está presente en todo ello-, pregúntese entonces a sí mismo, querido amigo, si es que de veras ha perdido a Dios. ¿No será más cierto que nunca lo ha poseído aún? Pues ¿cuándo habría podido ser? ¿Cree usted que un niño pueda tenerle a Él, a quien sólo con gran esfuerzo logran llevar los que ya son hombres, y cuyo peso doblega a los ancianos? ¿Cree usted que si alguien lo poseyera de verdad, podría jamás perderle como se pierde una piedrecita? ¿No le parece mas bien, como a mí, que quien lo poseyese, ya sólo podría ser perdido por Él?

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La mujer, en su propio desenvolvimiento más reciente, sólo por algún tiempo y de modo pasajero imitará los hábitos y modales masculinos, buenos y malos, ejerciendo a su vez las profesiones generalmente reservadas al hombre. Tras la incertidumbre de tales etapas transitorias, quedará de manifiesto que si las mujeres han pasado por la gran variedad y la continua mudanza de esos disfraces a menudo risibles, fue tan sólo para poder depurar su modo de ser peculiarísimo, y limpiarlo de las influencias deformadoras del otro sexo. Por cierto, las mujeres, en quienes la vida se detiene, permanece y mora de una manera más inmediata, más fecunda, más confiada, deben de haberse hecho seres más maduros y más humanos que el hombre. Éste, además de liviano -por no obligarlo el peso de ningún fruto de sus entrañas a descender bajo la superficie de la vida- es también engreído, presuroso, atropellado, y menosprecia en realidad lo que cree amar... Esta más honda humanidad de la mujer, consumada entre sufrimientos y humillaciones, saldrá a la luz y llegará a resplandecer cuando en las mudanzas y transformaciones de su condición externa se haya desprendido y librado de los convencionalismos añejos a lo meramente femenino. Los hombres, que no presienten aún su advenimiento, quedarán sorprendidos y vencidos. Llegará un día que indudables signos precursores anuncian ya de modo elocuente y brillante, sobre todo en los países nórdicos, en que aparecerá la mujer cuyo nombre ya no significará sólo algo opuesto al hombre, sino algo propio, independiente. Nada que haga pensar en complemento ni en límite, sino tan sólo en vida y en ser: el Humano femenino...

Cartas a un joven poeta, Rainer María Rilke

Cartas a un joven poeta, completas

viernes, enero 15, 2010

lunes, enero 04, 2010

Madrugada

De la muerte pequeña de cada noche
Nacen puras las cosas, ¡oh madrugada!
Por tus colores claros y tu viento ágil
Que dispersa el embrujo de la Vía Láctea.

Contigo todo tiene aire de nacimiento.
Hasta el fuego y la tierra, hasta el polvo y el mar,
Son como recién hechos en prodigio vivo
De tu claridad.

Bajo tu signo no se sueña, madrugada.
Espolea el deseo de moverse y cantar
De seguir un camino con la boca encendida
Por una copla rítmica o un tarareo fugaz
E internarse de nuevo en la esperanza
Con las pupilas llenas de calidez solar.

Dar la espalda a la tarde y a la noche,
Y nunca más volver a soñar.

Juana de Ibarbourou