lunes, noviembre 16, 2020

PADLET

 

Educación formal: Es aquella que se lleva a cabo en escuelas primarias, secundarias, terciarios y otras instituciones. Se evalúa periódicamente abordando la evaluación como un hecho puntual y una instancia más de aprendizaje sobre todo en los niveles más bajos. Más que una obligación entiendo que es un derecho. Un derecho inalienable que desde ciertos entes que detenta mucho poder parecerían querer negar o desconocer. Como si hubiera derecho a establecer QUIÉN, CÓMO y de qué forma tiene derecho a recibir educación o a darla, a impartirla. Indignada e incrédula adjunto enlace con declaraciones de la ministra de Educación Soledad Acuña que acabo de leer hoy. No tengo palabras para expresar las emociones (violentas) que leer este artículo me produjo. (No miré los videos) Dejo enlace a quien esté interesado.

https://www.pagina12.com.ar/306128-soledad-acuna-contra-los-docentes-estigmatizacion-y-persecuc?fbclid=IwAR07iwKwnMsjcPnazUMutel7A9etPg-vZ2ceCRtwdBrOPohEL42tSQldSXc

Educación no formal Es la que se lleva a cabo en centros culturales, talleres literarios, de pintura, de corte y confección, de peluquería. Como leí en algún aporte no suele haber evaluaciones. Generalmente responden a una elección libre del estudiante que se acerca por vocación, por gusto personal, interés o curiosidad.

Educación informal Es aquella fascinante revelación que se da lugar cuando comprendemos que la vida misma es un camino de aprendizaje continuo que podemos tomar con tranquilidad, gozando de cada lección aprendida, tratando de amortiguar los golpes de aquellas lecciones más complejas, duras o difíciles de metabolizar (por elegir un verbo al azar). Es entender que vamos a egresar SI o SI. Es ver y saber luego de haber transitado la mitad que la vida que acaso sea la única certeza que nos quede por poseer luego de haber superado la inevitable arrogancia que nos dio la vitalidad de ser jóvenes y creernos inmortales. Que algún día, egresaremos. Con qué título, con qué distinción, lo ignoramos todavía, pero egresaremos. Por último, compartir una frase de Borges, un escritor a quien admiro mucho y que tiene que ver creo indirectamente con el tema tratado aquí.

    La vida, como estos diálogos, y como todas las cosas, ha sido prefijada. También los temas a los que los hemos acercado.

      Con el correr de la conversación he advertido que el diálogo es un género literario, una forma indirecta de escribir.

     El deber de todas las cosas es ser una felicidad; si no son una felicidad son inútiles o perjudiciales. A esta altura de mi vida siento estos diálogos como una felicidad.

    Las polémicas son inútiles, estar de antemano de un lado o del otro es un error, sobre todo si se oye la conversación como una polémica, si se la ve como un juego en el que alguien gana y alguien pierde. El diálogo tiene que ser una investigación y poco importa que la verdad salga de boca de uno o de boca de otro. Yo he tratado de pensar, al conversar, que es indiferente que yo tenga razón o que tenga razón usted; lo importante es llegar a una conclusión, y de qué lado de la mesa llega eso, o de qué

boca, o de qué rostro, o de qué nombre, es lo de menos.” JORGE LUIS BORGES (Borges en Diálogo, Grijalbo, 1985)

lunes, julio 09, 2018

Once tipos de soledad


Entonces el recuerdo de la infancia empezó a rondarle la cabeza porque de pronto le dio la impresión –y fue tan fuerte que clavó la uña del pulgar en el sobre oculto de fósforos- de que dejar que las cosas pasaran y tomárselas con elegancia había sido, de alguna forma, la constante de su vida. No había forma de negar que el papel de buen perdedor le había parecido siempre demasiado atractivo. Había sido su especialidad en la adolescencia: perdía valientemente en las peleas contra los chicos más fuertes, jugaba mal al fútbol con la secreta esperanza de que lo lesionaran y se lo llevaran dramáticamente fuera de la cancha (“hay que concederle algo al bueno de Henderson”, decía el entrenador del secundario con una risita, “es un perdedor nato”). En la universidad su talento había podido desplegarse -había exámenes que reprobar y elecciones que perder- y después en la Fuerza Aérea se presentó la oportunidad de que lo clasificaran no apto, de manera honrosa, como cadete de aviación. Y ahora parecía destinado inevitablemente a cumplir con el llamado una vez más.

Richard Yates, Once tipos de soledad (del cuento “Un perdedor nato”)





miércoles, mayo 09, 2018

Sueño y Liturgia


Y esta mi vida, ¿es novela, es nívola o qué es? Todo esto que me pasa y que les pasa a los que me rodean, ¿es realidad o es ficción? ¿No es acaso todo esto un sueño de Dios o de quien sea, que se desvanecerá en cuanto El despierte, y por eso le rezamos y le elevamos a El cánticos e himnos para adormecerle, para acunar su sueño? ¿No es acaso la liturgia de todas las religiones un modo de brezar el sueño de Dios y que no despierte y deje de soñarnos?

Niebla, Miguel de Unamuno




                                    
                                  René Magritte, La condición humana.

domingo, marzo 25, 2018

Expectativas

(...) "Este tipo de detalles pueden ser engorrosos, es cierto, pero es que así son muchas parejas que conocemos o de las que formamos parte: engorrosas. No surgen de un chico y una chica que un día se conocen y se enamoran y se comprometen, y después se casan, y en la fiesta de casamiento saltan sobre sus amigos y amigas y todos tocan cornetas. Ahí termina el aviso de un banco que te ofrece un crédito. Pero estos chicos después se separan, y cada uno emprende un derrotero sentimental que va cosiendo a los agujazos, y mezclándose. Vivimos tiempos de demasiada expectativa en relación con lo que significa una pareja. Demasiada expectativa en relación con lo que significa cualquier cosa. ¿Qué otra cosa es el capitalismo? Pretender siempre más. La cosa es que llevamos enroscada al cuello esta larga bufanda de afecto, calentura, ternura, irritación, herida narcisista, morbo, contradicciones, anhelos inconscientes, celos, promiscuidad, en fin, todo lo que cargamos encima cuando pasamos los treinta años, y seguimos tejiendo hacia adelante. "



Veintidós Cuentos Cortos y Ligeros

jueves, julio 27, 2017

Lo que no quise decir

Uno nunca termina de ver la muerte como algo real. La tememos, la experiencia nos dice que se trata de algo inevitable, pero en el fondo de nuestro corazón y de nuestra conciencia hasta el último minuto albergamos la esperanza de que se hará una excepción con nosotros; de que se descubrirá el remedio milagroso que alargará hasta el infinito la vida humana y que nosotros, en particular, no moriremos. Por supuesto todos sabemos que se trata de un anhelo ridículo. Aún así, no creemos en nuestra propia muerte. De otro modo reinaría un pánico constante en nuestro corazón. Sin embargo, a veces la nebulosa conciencia de la muerte emerge de las oscuras profundidades del alma y ese pánico estalla. Por un momento dejamos de engañarnos y percibimos con absoluta certeza que todo lo que somos desaparecerá irremediablemente en cuestión de segundos: ese es el pánico. La mayoría de la gente responde a este instante con un sentimiento violento. El pánico deriva siempre en agresividad y entonces nos agredimos a nosotros mismos y a los demás.

Sándor Marai, Lo que no quise decir.


jueves, abril 13, 2017

Un breve tiempo





"En la vida real, pensaba Rick, no hay campanillas mágicas como esas para hacer que el enemigo desparaciera sin el menor esfuerzo. Era una lástima. Mozart había muerto poco después de terminar La flauta mágica, a causa de una enfermedad renal. Y había sido enterrado en la fosa común, sin identificación. 
Al recordarlo, se preguntó si Mozart habría tenido la intuición de que el futuro no existía, de que ya había utilizado todo su breve tiempo. Quizás también yo lo haya hecho, pensó Rick mientra contemplaba el ensayo. Este ensayo terminaría, la representación también, los cantantes morirán y finalmente la última partitura de la música será destruida de un modo u otro. el nombre de Mozart se desvanecerá y el polvo habrá vencido, si no en este planeta en otro cualquiera. Sólo podemos escapar por un rato, Y los andrillos pueden escapar de mi, y sobrevivir un rato más. Pero los alcanzaré, o lo hará algún otro cazador de bonificaciones. En cierto modo, observó, yo soy una parte del proceso de destrucción entrópica de las fromas. La Rosen Association crea y yo destruyo. O al menos, eso debe parecerle a los androides."

Sueñan los androides con ovejas eléctricas, Philip K. Dick

sábado, enero 07, 2017

Fragmentos





(...) Sin embargo, en un momento dado, fue capaz de decir lo que lo que de verdad lo estaba devorando, con la exactitud de las palabras sencillas, recuperadas en el fondo de su vergüenza: no puedo hacerle esto a mi padre. Estaba convencido de que aquel hombre recibiría una herida de muerte, y no estaba preparado para ese horror. La verdad es que aquello no era algo a lo que yo supiera responder. Nos desarma, de hecho, la inclinación a pensar que nuestra vida, en primer lugar, es un fragmento conclusivo de la vida de nuestros padres, el único que ha sido entregado a nuestro cuidado. Como si nos hubieran encargado, en un momento de cansancio, que sujetáramos un rato ese epílogo para ellos valioso -de nosotros se esperaba que lo devolviésemos, tarde o temprano, intacto.



Alessandro Baricco, Emaús.

miércoles, agosto 24, 2016

No man is an island,
Entire of itself.
 Each is a piece of the continent,
 A part of the main.
If a clod  be washed away by the sea,
Europe is the less.
As well as if a promontory were.
As well as if a manor of thine own
Or of thine friend's were.
Each man's death diminishes me,
For I am involved in mankind.
Therefore, send not to know
For whom the bell tolls,
It tolls for thee.


Ningún hombre es una isla 
entera por sí mismo.
Cada hombre es una pieza del continente, 
una parte del todo.
Si el mar se lleva una porción de tierra, 
toda Europa queda disminuida, 
como si fuera un promontorio, 
o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.
Ninguna persona es una isla;
 la muerte de cualquiera me afecta, 
porque me encuentro unido a toda la humanidad; 
por eso, nunca preguntes 
por quién doblan las campanas; 
doblan por ti.



domingo, diciembre 27, 2015




Por lo bueno, por lo no tan bueno, por lo malo, por el camino recorrido, por las lecciones aprendidas, por las que quedan por aprender, por los amigos -los de siempre, los de hoy, todos y todas, cada uno y cada una, por el sol, las estrellas y la luna -hoy llena-, por las risas, por las lágrimas, por las puertas que se cierran y las que se abren, por lo que fue, lo que es y lo que será, por la vida misma. Felices fiestas.

viernes, julio 24, 2015

 
 
Miramar, foto de Andrea
 
 
a veces los amigos
nos restauran el alma
son orfebres ocultos...
que cosen la memoria
a veces nos abrazan los miedos
con silencio de magia
todo lo pueden
son patios de acequias y aljibes
nos defienden del miedo
y son anclas de insomnio
una puerta sin llaves
y un cerrojo de lágrimas
espejos del nombre
a veces olvidamos
duendes trasgresores
despiertan la sangre
porque son y existen
con ellos gambeteamos la muerte
los amigos
los amigos
 

domingo, junio 07, 2015

Matemáticas


(...) Anduvimos buscando mucho tiempo la puerta de entrada de las matemáticas psicológicas. No la encontramos. Cécile, que tan convencida estaba de aquel sistema, se había llevado un chasco. La consolé como pude. Nunca se me dio bien consolar. La psicología no tiene nada que ver con las matemáticas ni tampoco con la fe que mueve montañas. Según Cécile lo mío era un bloqueo de orden psicoanalítico.

-Debes tener algún problema con tu padre, ¿no?
-Nos llevamos bien.
-Las matemáticas son la autoridad. Cuando se tiene un bloqueo en matemáticas, quiere decir que se tiene un problema con el padre y con la autoridad.

Me quedé pensativo, intentando imbuirme de la hondura de ese razonamiento. Cuanto más lo pensaba, menos claro lo veía.

-En casa, la autoridad es más bien mi madre.
-¿Quieres decir que es la que lleva los pantalones?
-Mi padre no es autoritario. Mi madre lleva las riendas y a mi padre le importa un bledo. Al contrario, para él lo importante en la vida es disfrutar. Cuenta chistes, sonríe y vende lo que quiere. Si eso que dices es cierto, yo no debería tener problemas con las matemáticas.

El club de los optimistas incorregibles, Jean-Michel Guenassia.

martes, marzo 03, 2015

La loba




La loba canta sobre los huesos que ha recogido. Cantar significa utilizar la voz del alma. Significa decir la verdad acerca del propio poder y la propia necesidad, infundir alma a lo que está enfermo y necesita recuperarse. Y eso se hace descendiendo a las mayores profundidades del amor y del sentimiento hasta conseguir que el deseo de relación con el Yo salvaje se desborde para poder hablar con la propia alma desde este estado de ánimo. Eso es cantar sobre los huesos. No podemos cometer el error de intentar obtener de un amante este gran sentimiento de amor, pues el esfuerzo femenino de descubrir y cantar el himno de la creación es una tarea solitaria, una tarea que se cumple en el desierto de la psique.
 
 
Clarissa Pinkola Estés, Mujeres que corren con los lobos.